EL MEJILLÓN GALLEGO.
El mejillón gallego se caracteriza por su excelente calidad certificada ya que fue el primer marisco en obtener un sello.
Según Gastronomía de Galicia: «El mejillón gallego (Mytilus galloprovincialis) es un molusco bivalvo que vive en estado silvestre formando comunidades más o menos numerosas en la zona de mareas o por debajo de esta, pero siempre en sitios de poca profundidad. Se encuentra sujeto a las rocas a las que se adhiere por medio del biso. Este sistema de fijación es aprovechado por los miticultores gallegos para fijarlo a las cuerdas que penden de las bateas, y conseguir un mejillón de la máxima calidad, con un elevado rendimiento en vianda y libre de arenas y fangos, el MEJILLÓN DE GALICIA».
El mejillón es un animal de sexos separados. El macho, cuando está maduro, vierte los espermatozoides al agua, teniendo lugar la fecundación de los óvulos maduros en el interior de las hembras. Las larvas producidas, unas 800.000 por hembra, hacen vida pelágica durante unos días mientras completan su desarrollo, para posteriormente fijarse a un substrato mediante los filamentos del biso.
El Mejillón de Galicia se alimenta por filtración, aprovechando el fitoplancton que se encuentra en el agua del mar. Su capacidad de filtración es excepcional, llegando a filtrar hasta 8 litros de agua a la hora.
Como alimento, el Mejillón de Galicia es una fuente proteica de excelente calidad, con valor nutritivo similar al de la merluza, la langosta y a la mayoría de los animales marinos comestibles.
El MEJILLÓN es uno de los productos que representan a Galicia por el mundo entero y es que en nuestras rías se produce el 50% del total mundial.
CARACTERÍSTICAS:
El Mejillón de Galicia tiene una característica forma de hacha, puntiaguda y gruesa en el extremo anterior o umbo, y larga muy afilada en el posterior. Su concha está formada por dos valvas iguales de carbonato cálcico, cubiertas externamente por una capa de color negro azulado, donde se pueden observar unas líneas concéntricas denominadas estrías de crecimiento. La articulación de una valva con la otra se realiza por medio de un sistema bisagra denominado charnela.
Por lo que se refiere a su aspecto interno, el manto, tiene normalmente un color crema anaranjado muy distinto al blanquecino de las restantes zonas de producción.
Actualmente en Galicia existen más de 3.300 bateas dedicadas al cultivo de esta especie que producen un total de 270.000 toneladas repartidas a lo largo y ancho de 5 rías. Esta cantidad representa un 94% de la producción española.
Como es de imaginar, es un sector tradicional que se basa, en la mayoría de los casos, en explotaciones familiares con concesiones de una o varias bateas.
¿QUÉ ES UNA BATEA?
Las bateas o mejilloneras, son estructuras para el cultivo de bivalvos propias de las rías gallegas, se asocian directamente con los mejillones, pero también las hay dedicadas al cultivo de ostra.
Podemos afirmar que el cultivo de mejillones se inició en el SXVIII, pero en aquella época no existía un cultivo formal, sino que el mejillón venía de parques que eran concedidos a algunas familias. Poco a poco el cultivo se fue extendiendo y ya en el SXIX se dieron las primeras experiencias formales.
El cultivo de mejillón gallego siguió extendiéndose y ganando importancia y en el siglo XIX comienzan a producirse las primeras experiencias de cultivo. Durante las primeras décadas del siglo XX se intensifican los intentos de lograr un cultivo estable en cercados o estacas pero no es hasta los años 40 cuando se inicia el gran desarrollo de la miticultura gallega.
INICIOS DEL CULTIVO
El primer gran artífice fue el señor Ozores Saavedra, señor de Rubianes y marqués de Aranda, propietario de «Viveros del Rial» el cual llevaba tiempo intentando criar mejillones sobre estacas, hasta que decidió cambiar de método y probar a cultivarlos en suspensión
En 1945 se fondea en la ría de Arousa la primera batea; este primer prototipo poseía un único flotador en forma de cubo hecho de madera que soportan un entramado, también de madera, donde se colgaban unos pocos metros de cuerda de esparto crudo. Los esperanzadores resultados alcanzados por este pionero de la miticultura gallega, hicieron que se instalaran el año siguiente 10 bateas en la escollera del puerto de Vilagarcía de Arousa.
La siguiente fue una década de expansión de la miticultura gallega, así en 1949 se inician los fondeos en la ría de Vigo; en 1954 se extiende a las localidades de Cambados, O Grove, Bueu, Redondela y Pobra do Caramiñal; en 1955 se instalan bateas en Sada y finalmente en 1956 las bateas llegan a la ría de Muros.
Fueron éstos, años de continua evolución de las estructuras y métodos de laboreo. Los cajones de madera fueron recubiertos de cemento para alargar su vida, aumentó el tamaño del entramado gracias a tirantes de cable metálico que ayudaban a soportar la estructura, algunos productores adaptaron viejos cascos de barcos como sistema de flotación, las cuerdas de esparto fueron reemplazadas por las de naylon…
CULTIVO
Las bateas de mejillón gallego se ordenan en grupos llamados polígonos, cuya disposición y número están controlados por las autoridades autonómicas ( Conselleria do Mar – Xunta de Galicia ). Recientemente se ha limitado a 500 el número de cuerdas por batea y a 12 metros de longitud para evitar la saturación de las zonas de cultivo y favorecer un mejor crecimiento. Las bateas consisten en un entramado rectangular de madera de 200 a 500 metros cuadrados soportado por flotadores de acero recubiertos con fibra de vidrio, poliéster o rellenos con poliéster expandido. El número de flotadores por batea varía según su tamaño, pero nunca exceden los 6 flotadores.
La batea se sujeta al fondo mediante una o dos cadenas de acero y un peso (denominado muerto) de aproximadamente veinte toneladas, éste varía según la zona en la que se encuentre la batea, pues cuanto más expuesta esté la misma más peso tendrá que tener para sujetarla firmemente al fondo marino. La cadena suele tener una longitud media de 30 metros y cuenta con un peso aproximado de 25 toneladas. Del entramado de madera se cuelgan cuerdas de nylon de tres centímetros de grosor y de ocho a doce metros de largo, en donde se engorda el mejillón.
Etapas del cultivo de mejillón
Puede dividirse en cinco etapas, que incluyen:
1) Obtención de la semilla
2) Colocación de los juveniles en las cuerdas
3) Desdoble
4) Engorde
5) Cosecha
Para que podáis aprender un poco más sobre nuestro mejillones y su cultivo, os invitamos a ver el siguiente vídeo.
Y si os apetece probarlos, ya sabéis…
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